Luego de horas de un monotono desierto se e empiezan a descubrir a la distancia montañas y cerros que dan cuenta de una instancia diferente en el viaje, estamos entrando al valle, arboles frutales, caminos sin pavimentar, hilos de agua que acompañan el camino.
No mucho despues empieza un camino de curvas dominados por la presencia del lago a la izquierda que termina siendo la unica referencia de direccion aparte del sol.
Pero mas alla de la belleza, la armonia del desorden natural y la irregularidad del paisaje hay algo que llamo poderosamente mi atencion: a medida que se iba recorriendo la ruta las imponentes montañas dejaban de lado su egocentrismo para darle lugar a enormes lagos que llegan a mis ojos con una enorme cantidad de variaciones de azul y verde.
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